Trituramos todos los ingredientes durante ocho minutos a máxima potencia a una temperatura de 80 grados y rápidamente lo colamos por una estameña o colador . Lo metemos en la nevera y dejamos que se vaya colando.
Después de unas cuatro horas meteremos el aceite resultante en una manga pastelera que colgaremos para que el resto de agua se deposite en el fondo y nos sea fácil eliminar.
Cortar y sacar de ella para tener un aceite puro con el sabor concentrado y que nos durará más tiempo al no tener agua.
Bien conservado, nos puede durar hasta una semana en la nevera, manteniendo este color intenso. También se puede congelar y conservar el color y el sabor durante mucho más tiempo.